Filmada principalmente en el norte de Chile y en la capital, Santiago, la serie Ecos del desierto relata momentos cruciales de la vida de la abogada Carmen Hertz. El primero, el asesinato de su esposo Carlos Berger, militante del partido comunista, durante la dictadura militar en el año 1973 en Calama a manos de la Caravana de la muerte y, posteriormente, la larga lucha que ella protagonizó en búsqueda de verdad y justicia a través de la Vicaría de la solidaridad y otras instituciones. Situación que la expuso a ser víctima de amenazas y persecución por parte de los involucrados.
Con saltos en el tiempo, entre las décadas de los 70, 80, y 2000, la miniserie de cuatro capítulos, relata parte de los episodios más oscuros de la dictadura chilena, como lo fue la operación militar conocida como Caravana de la muerte, dirigida por el general Sergio Arellano Stark, en la cual una comitiva del Ejército de Chile recorrió el país en el año 1973, dando muerte a 97 presos políticos. Posteriormente, a fines de los 70, Pinochet dio la orden de desenterrar los cuerpos de las fosas comunes, subirlos a helicópteros atados a rieles y luego lanzarlos al mar. Dicha operación llevó el nombre de “Retiro de televisores” y forma también parte de lo relatado en la serie.
Ecos del desierto fue emitida por el canal Chilevisión el año 2013, en el contexto de la conmemoración de los cuarenta años del golpe de Estado en el país. Posteriormente, fue emitida en toda Latinoamérica a través de TNT. La producción está basada en los archivos judiciales del “Caso caravana de la muerte” y utiliza material de archivo, como imágenes y audios.
La misma Carmen Hertz, actualmente legisladora chilena, y quién colaboró en la escritura del guion, se refirió en una entrevista a la serie y a las distintas producciones televisivas en el contexto de conmemoración del golpe militar: “esta explosión de memoria es también una fórmula de sanación y de reparación, pero no solo personal. Lo que le ocurrió a mi familia fue parte de lo que le ocurrió a miles de chilenos porque formamos parte de un sector de la sociedad que fue perseguido”.
Escrito por Catalina Brunnetti